El Ministerio de Trabajo saldrá a inspeccionar y a comparar sueldos
A igual cargo los hombres ganan en general más que las mujeres. Ese fenómeno forma parte de la realidad del mercado de trabajo en Uruguay, según el diagnóstico del gobierno y por ello saldrá decidido a enfrentarlo.
“El Ministerio está trabajando en un esquema de intervención para constatar y corregir esas situaciones y aplicar las sanciones que correspondan”, anunció a El Observador el inspector general de Trabajo, Juan Andrés Roballo.
El jerarca explicó que existen convenios internacionales ratificados por Uruguay, normas constitucionales y leyes nacionales que establecen la necesidad de garantizar la igualdad de acceso al trabajo para hombres y mujeres.
“Hay un marco jurídico nacional e internacional que no solo nos habilita, sino que nos obliga a trabajar en el asunto”, sostuvo.Roballo apeló a un ejemplo de ficción para ejemplarizar los pasos a dar: una empresa tiene 100 obreros, la mitad mujeres y la otra mitad hombres. Si estos ganan más que sus compañeras, resultaría claro que el elemento para diferenciar el salario no se debe a la capacidad ni al desempeño profesional, sino que se basa solo en un elemento discriminatorio de género. “Eso es sancionable”, explicó el funcionario, quien informó que cuando se constaten casos de ese tipo se aplicarán multas económicas.
“Ese es un ejemplo extremo, pero en la realidad hay situaciones más ocultas. No vamos a ir solo a las cosas groseras, vamos a ir a analizar en lo fino”, advirtió Roballo.
El gobierno ya ha detectado algunas irregularidades en torno al trabajo de las mujeres y será otro aspecto a incluir en las inspecciones. El ministro de Trabajo, Eduardo Brenta, informó a El Observador que han identificado que en algunas empresas había mujeres que realizaban las mismas tareas que los hombres, pero eran incorporadas en categorías inferiores para pagarles un salario menor.
“Si en una fábrica hay dos personas que realizan la misma tarea pero tienen categorías distintas, hay una potestad para intimar a la empresa a recategorizar”, dijo Brenta, y anunció que fortalecerán las recorridas para evaluar la situación. En base a denuncias realizadas en algunos casos por las propias trabajadoras se constató ese tipo de irregularidades.
Cambio cultural
El ministro cuenta indignado una anécdota que llegó a sus oídos. Una mujer se estaba presentando ante sus nuevos compañeros en una obra de la construcción y llegó el momento de saludar al ingeniero. “Esta es la primera y última vez que hablas conmigo porque en la construcción, yo con mujeres no hablo”, le dijo el profesional.
Para el gobierno es necesario erradicar ese tipo de actitudes. Habrá intentos oficiales para lograrlo, pero a su vez hay confianza en que eso sucederá cuanto antes por una razón netamente de mercado. Es que la tasa de actividad de los hombres está al tope y las mujeres aparecen como una alternativa para descongestionar el cuello de botella existente en materia de recursos humanos.
A juicio del Ministerio de Trabajo, ya hay indicios de sectores donde la barrera de la discriminación se comienza a vencer y, pese a haber sido identificados históricamente de hombres, crece la participación de las mujeres. Brenta mencionó a la construcción y el transporte.
De acuerdo a datos oficiales, entre los inactivos del mercado laboral hay 198.445 personas que se dedican a “quehaceres del hogar”. En su enorme mayoría son mujeres. De ese segmento es que el Poder Ejecutivo aspira a que surja la fuerza laboral para hacer frente a la creciente demanda de las empresas.
Cursos de sensibilidad
Para el gobierno, el camino es sensibilizar a los mandos medios. Por eso, a través de una comisión de equidad de género que integra el gobierno, las cámaras empresariales y el PIT-CNT, habrá cursos para abordar ese tema junto a todas las partes.
“Lo que pretendemos este año es fortalecer a esta comisión porque no alcanza solo con permitir el acceso. Eso debe ir acompañado de la garantía de los derechos”, dijo el titular de la cartera. La intención es que se tenga en cuenta en la próxima ronda salarial.
“El Ministerio está trabajando en un esquema de intervención para constatar y corregir esas situaciones y aplicar las sanciones que correspondan”, anunció a El Observador el inspector general de Trabajo, Juan Andrés Roballo.
El jerarca explicó que existen convenios internacionales ratificados por Uruguay, normas constitucionales y leyes nacionales que establecen la necesidad de garantizar la igualdad de acceso al trabajo para hombres y mujeres.
“Hay un marco jurídico nacional e internacional que no solo nos habilita, sino que nos obliga a trabajar en el asunto”, sostuvo.
“Ese es un ejemplo extremo, pero en la realidad hay situaciones más ocultas. No vamos a ir solo a las cosas groseras, vamos a ir a analizar en lo fino”, advirtió Roballo.
El gobierno ya ha detectado algunas irregularidades en torno al trabajo de las mujeres y será otro aspecto a incluir en las inspecciones. El ministro de Trabajo, Eduardo Brenta, informó a El Observador que han identificado que en algunas empresas había mujeres que realizaban las mismas tareas que los hombres, pero eran incorporadas en categorías inferiores para pagarles un salario menor.
“Si en una fábrica hay dos personas que realizan la misma tarea pero tienen categorías distintas, hay una potestad para intimar a la empresa a recategorizar”, dijo Brenta, y anunció que fortalecerán las recorridas para evaluar la situación. En base a denuncias realizadas en algunos casos por las propias trabajadoras se constató ese tipo de irregularidades.
Cambio cultural
El ministro cuenta indignado una anécdota que llegó a sus oídos. Una mujer se estaba presentando ante sus nuevos compañeros en una obra de la construcción y llegó el momento de saludar al ingeniero. “Esta es la primera y última vez que hablas conmigo porque en la construcción, yo con mujeres no hablo”, le dijo el profesional.
Para el gobierno es necesario erradicar ese tipo de actitudes. Habrá intentos oficiales para lograrlo, pero a su vez hay confianza en que eso sucederá cuanto antes por una razón netamente de mercado. Es que la tasa de actividad de los hombres está al tope y las mujeres aparecen como una alternativa para descongestionar el cuello de botella existente en materia de recursos humanos.
A juicio del Ministerio de Trabajo, ya hay indicios de sectores donde la barrera de la discriminación se comienza a vencer y, pese a haber sido identificados históricamente de hombres, crece la participación de las mujeres. Brenta mencionó a la construcción y el transporte.
De acuerdo a datos oficiales, entre los inactivos del mercado laboral hay 198.445 personas que se dedican a “quehaceres del hogar”. En su enorme mayoría son mujeres. De ese segmento es que el Poder Ejecutivo aspira a que surja la fuerza laboral para hacer frente a la creciente demanda de las empresas.
Cursos de sensibilidad
Para el gobierno, el camino es sensibilizar a los mandos medios. Por eso, a través de una comisión de equidad de género que integra el gobierno, las cámaras empresariales y el PIT-CNT, habrá cursos para abordar ese tema junto a todas las partes.
“Lo que pretendemos este año es fortalecer a esta comisión porque no alcanza solo con permitir el acceso. Eso debe ir acompañado de la garantía de los derechos”, dijo el titular de la cartera. La intención es que se tenga en cuenta en la próxima ronda salarial.
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